Hoy, celebramos que 222 familias nicaragüenses se abrazarán nuevamente. Sin embargo, en América Latina aún existen más de 1,400 personas presas políticas, quienes han sido privadas de libertad sin haber cometido delito, solo por sus ideas políticas.
Como Renata y Loredana hay miles de familiares que han sido separados de sus seres queridos y de forma similar ellos sufren tortura y persecución política. Estas familias nunca se rinden, los motiva el amor y su deseo de justicia.
Ellas representan la fuerza vital en defensa de los derechos humanos de sus familiares en sus países. Sin embargo, frente a la indiferencia de sus gobiernos, estas familias están
uniendo esfuerzos para llevar sus demandas a nivel regional y promover la solidaridad de la ciudadanía, los actores de sociedad civil y otros gobiernos para lograr una Latinoamérica sin presos políticos.
La solidaridad internacional entre ellos es un ejemplo de cómo podemos trabajar juntos para ponerle fin al encarcelamiento y la tortura por razones políticas.
Renata siempre levantó la voz por los derechos humanos de las personas presas políticas. Hoy puede abrazar a su papá nuevamente. Únete a esta campaña y levanta tu voz para que Loredana y otras personas como ella, puedan reencontrarse con sus familiares.
Ismael y Claudia mantienen la esperanza de volver a reunirse con sus parejas. Su historia es la de miles de familiares cuyo amor se ha fortalecido pese a la distancia, la tortura y la persecución política.
La solidaridad internacional entre ellos es un ejemplo de cómo podemos trabajar juntos para lograr el reencuentro de miles de familias y ponerle fin al encarcelamiento y la tortura por razones políticas.